Jugar a ser un niño.
Levantarme cada mañana
esperando la nueva aventura,
correr hasta quedar sin aliento,
saltar
más alto, más lejos, llegar
hasta aquella rama, a ver si te atreves
a coger una rana...
Jugar a ser niño.
Jugar por jugar y no por vencer,
compartir chuches, invitar
a caramelos,
montar con cuatro piedras
los muros de nuestro castillo
y defenderlo
de los de la calle de al lado...
Jugar a ser un niño.
Soñar sin límites, volar
en cada sueño,
reir y vivir con cada cuento.
Jugar a ser niño.
Vivir.
4 comentarios:
Que maravilla, aunque hay gente tan ceremoniosa que nos censura el juego.
Me gusta lo lúdico.
Sin convertirnos en tontos podemos encontrar muchas formas de juego sanas y divertidas que nos hagan más llevadera la vida.
Besos, muchos y grandes.
Dejar de jugar es dejar de ser niño. Y yo no quiero dejar de serlo :)
Enseñar a un peque las reglas del juego, dejarte ganar la primera vez (arrogancia de adulto) y que te ganen por su cuenta las siete veces siguiente... ¡¡no tiene precio!! (más allá de unas cuantas chuches a repartir)
Me alegra volver a leerte :)
Y a mí que te alegres :)
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