Leo un comentario en la página de una
muy querida amiga, donde se realiza una pregunta: ¿Existe la
felicidad?.
Obviamente, no tengo la respuesta. O,
tal vez, sea esa: Que no existe respuesta.
Nos pasamos la vida buscando consciente
o inconscientemente esa quimera, ese estado de bienestar interior; y
cuando atisbamos apenas un resquicio de su existencia queremos que
dure para siempre. La queremos entera y toda, eterna.
Tu idea de felicidad puede ser muy
diferente de la mía, incluso ser ideas antagónicas; y este simple
hecho, puede hacer que uno de los dos no la alcanzara. Pero, ¿no
estamos perdiendo algo de vista? ¿Qué hay del camino hacia la
felicidad?. Puede que no la encontremos nunca; pero ¿acaso por ello
es más feo el camino?. ¿Y si en lugar de una gran felicidad, nos
conformamos con disfrutar pequeños momentos felices, destellos
fugaces de aquello que buscamos?.
No se si existe la felicidad, pero
mientras la busco, voy admirando el paisaje. ¿Te apuntas?
(Julio, 2007)